Francisco Orlando Rodriguez Mercado
UN CAMINO SIN REGRESO
La imagen de tu sonrisa vive en mi recuerdo,
retumbando cada rincón de mi pensamiento.
Francisco Orlando Rodriguez Mercado
Es martes, 11 de la mañana del mes de septiembre, es un dia soleado en la plaza Torcoroma. Alli se encuentra Francisco trabajando bajo los penetrantes destellos de sol, lleva sobre su lomo puchos de verduras que son despachados por el camión de Don Manuel en Barranca, la bella hija del sol. Grandes gotas de sudor recorren su rostro debido al arduo trabajo que ha realizado esta mañana.
Se acerca la hora de terminar su labor, Don Manuel enciende el camión, que suena tan ruidoso como una locomotora, asi que alza su voz para llamar a Francisco y le dice con su acento bumangues "subase mijo que ya nos vamos". Francisco agarra el ultimo pucho de mercado que queda en el suelo y de un solo movimiento se sienta en la parte trasera, en el platón. Con el camión ya encendido, Don Manuel pone su mano sobre el volante, oprime la bocina dos veces para despedirse de sus trabajadores. Francisco desde atras se despide agitando su mano diciendo "nos vemos pasado mañana".